jueves, 29 de noviembre de 2007

Andrés Bello, un escritor de todos los tiempos


Este 29 de noviembre de 2007, los escritores recordamos y celebramos los doscientos veintiséis años del natalicio del epónimo de letras venezolanas, el poeta, escritor, pedagogo, historiador, jurista y sabio, Andrés de Jesús, María y José Bello López.
Ahora bien, en el marco de la celebración del Día del escritor, es importante reconocer que esta institución de tradición goza de absoluta libertad de asociación, de creación y promoción del libro. Por esta razón, al aseverar que Andrés Bello, es el primer autor venezolano, destacamos un hecho importante para la bibliografía nacional y la historia del libro, porque resulta que Andrés Bello escribió el "Resumen de la Historia de Venezuela", el primer libro impreso en nuestro país, para integrar el "Calendario Manual y Guía Universal para Forasteros en Venezuela" en 1810. Con superior permiso, 64 páginas en 14 centímetros, en la imprenta de Gallagher y Lamb. (Mateo Gallagher y Jaime Lamb, fueron los ingleses que trajeron la primera imprenta a Venezuela, en septiembre de 1808)
Primer autor venezolano, un título que agregamos a su haber de escritor. No menos importante que el de "Cisne del Anauco", dado por el valor de su obra literaria de juventud, la cual comprendía la poesía propia y las imitaciones y traducciones de los clásicos en latín y francés. Esta obra primigenia, más las tertulias y lecturas individuales, constituyen el primer envión de su aporte a la cultura de América. El doctor Rafael Caldera (1979) escribe en torno al inicio de Andrés Bello y afirma esto:
El Bello universitario, el Bello educador, el Bello filósofo, el Bello jurista, el Bello legislador, hasta el Bello internacionalista, el Bello constructor de la administración pública, el Bello periodista, el Bello científico, el Bello gramático, en fin, el Bello patriarca de las letras americanas, el Bello primer humanista de América, tiene su germen y sus primeros y macizos frutos en el Andrés Bello caraqueño."… (En: El Bello que viajó a Londres, Caracas, 1979)
Resulta evidente que este perfil tiene su simiente en Caracas, durante sus primeros 29 años. En 1797 ingresa a la Real y Pontificia Universidad de Caracas. En 1800 se gradúa de Bachiller en Artes y Filosofía. Después cursa Medicina y Derecho, carreras que abandona pronto. En 1808 ya se cuenta Redactor de la Gaceta de Caracas. Escribe varias obras: Poema a la vacuna, Oda al Anauco y su Análisis ideológico de los tiempos de la conjugación castellana, considerada el primer estudio enjundioso del futuro gramático que en su madurez entregaría al Continente muchos estudios gramaticales y filológicos, especialmente la Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, donde demuestra ser un adelantado, en la gramática funcional, dice el profesor Ángel Rosenblat, y en algunos postulados de la lingüística contemporánea.
Tal expresión confirma su actitud americanista y su pensamiento gramatical y lo convierte en partidario de la libertad literaria, y se forma como el Bello lingüístico, filosófico, pedagogo y creador de sus grandes poemas: Alocución a la poesía; El Himno de Colombia; y la Silva a la Agricultura de la zona tórrida, los Cantos "Donde iguala y aún excede a Virgilio en concisión, esencialidad y elasticidad de forma modulada", como bien escribió el español Gerardo Diego. Y también, en la Silva a la agricultura de la zona tórrida, el poeta canta a la nostalgia de su patria y al destierro, ese destierro que lo acongojó y quizás por eso, se propuso la excelente traducción y análisis del Mío Cid.
Después continúa su trabajo consagrado a Chile. Promueve la lectura en la nación y trabaja por la creación y dotación de la Biblioteca Nacional de Chile. Es designado Miembro Honorario de la Real Academia Española. Redacta y publica el Código Civil de la República de Chile, se convierte en autoridad del Derecho internacional. De hecho actuó como árbitro en las diferencias de Estados Unidos de Norteamérica y Ecuador en 1864 y entre el diferendo de Colombia y Perú en 1865. En fin, como literato alcanza el clímax de su obra, recogida y publicada en Chile en una serie de XV volúmenes. Y en Venezuela, en 1981 en la ocasión de celebrarse el bicentenario de su nacimiento, la Casa Bello editó las Obras Completas en una seguidilla de 26 volúmenes. El 1º de septiembre de 1865, próximo a cumplir los 84 años, fue atacado por una bronquitis que derivó en fiebre tifoidea y entonces una mañana del 15 de octubre de 1865, como dijera Uslar Pietri ante el deceso del Nóbel Miguel Ángel Asturias, al débil cuerpo de Andrés Bello, "… el pesado sueño de la muerte le cortó la palabra y le cerró los ojos cargados de visiones". Desde entonces, amigos, críticos y estudiosos le han nombrado: Príncipe de las Letras Americanas. Príncipe es un título que seguramente él hubiera renegado, no por el valor esencial de su obra, sino porque sabido es que tuvo aversión y rechazo manifiesto a las Monarquías. En cambio, hubiese aceptado con regocijo y humildad el título de Patriarca de las Letras Americanas, referido a la primera acepción de rango por edad, sabiduría y autoridad, pues ante su estatura continental, llegó a decir José Martí: "Al elegir de entre los grandes de América, los fundadores, le elijo a él".

Yeo Cruz