martes, 6 de abril de 2010



Tantos conceptos sobre el equilibrio... ¿serán ciertos? Cuando busco en Internet todo lo relacionado al equilibrio y lo analizo según lo que estoy haciendo con mi vida, entonces pienso que podría ser la persona más desequilibrada del mundo. ¿Acaso debo ser o hacer exactamente lo que dicta textualmente el concepto? ¿Será que todas las personas del mundo deben hacerlo para lograr ser equilibrados? ¿Realmente aplica ese “equilibrio” para la diversidad de pensamientos, personalidades y principios de los seres humanos? Me parece irreal...

Si Dios nos puso en este mundo como un ser único dentro del común existir, entonces cada quien debe tener su realidad de vida, sus propios conceptos, sus principios, sus pensamientos... la mente no se cohíbe en lo absoluto, llegan y llegan pensamientos inevitablemente, eso lo sabemos claramente y sin embargo nos empeñamos en seguir un patrón establecido de comportamiento. ¿Sería justo ser condenados ante los humanos y sobre todo ante Dios, cuando nos llega un pensamiento? Eso sería una falta de libertad. Cuantas veces dejamos de expresar nuestros más puros sentimientos por temor a lo que puedan opinar los demás. Cuantas veces nos dejamos llevar “cómodamente” por lo que nos imponen los que nos rodean??? Muchas, yo diría demasiadas.


Muchas personas que amamos y que son nuestro centro de vida tienden a manipular (así sea inconcientemente) nuestros actos, tanto así que hasta nos hacen sentir culpables hasta por lo que decimos, por lo que hacemos y peor aún, por lo que pensamos. Me pregunto, donde está el libre albedrío que el mismo Dios nos regaló? Está limitado al antojo de los demás? Seremos realmente dueños de nuestras vidas? Constantemente me hago miles de preguntas sobre muchos temas, sobre todo el trillado tema del amor y desamor.


Pienso que si la gente tuviera más individualidad de pensamientos y sentimientos podríamos vivir en un mundo mejor, sin tantas injusticias, sin tantos temores. Generalmente cometemos el error de PROMETER lo que haremos en el futuro y luego nos aterra quebrantar nuestra palabra cuando ya no deseamos cumplirla, por Dios!!! Sin tener la certeza de lo que sentiremos en el futuro, de nuestros pensamientos, pareciera que no recordamos que cada día somos seres más evolucionados y a cada instante vamos cambiando, a veces la vida cambia totalmente de un segundo al otro, entonces.... por qué prometemos lo que no sabemos si podremos cumplir? No nos damos cuenta que nos estamos condenando a un patrón que a lo mejor se adapta a nosotros en el presente pero no sabemos si será así en el futuro.

Aquí nuevamente entra el tema del equilibrio, lo que antes se nos presentaba como el equilibrio perfecto puede que mañana no lo sea. No hagamos de nuestro futuro un destino marcado por unas promesas que después nos sintamos arrepentidos de cumplir, que perdamos las oportunidades que Dios nos ofrece para lograr la felicidad, eso no sería equilibrado nunca, sería injusto. Si no conocemos cual es nuestro equilibrio personal, jamás podremos tener equilibrio familiar o social, primero la individualidad y luego el colectivo, así se logra un mejor equilibrio a mi parecer.........


Cortesia de M.V Gonzalez M.